Dicen que quien madruga, Dios lo ayuda… pero a mí sólo me hace andar muerta de sueño y con unas ojeras tipo panda. Más encima el colectivo calentito en la mañana no me ayuda a estar más alerta, por lo que mi problema ha escalado al punto de que hay días en que no me maquillo los ojos, para poder restregármelos tranquila. ¡Así de dormida! Pero por más natural que ande por la vida, a veces es necesario disimular la cara de zombie apocalíptico. Y es aquí donde entra la sabiduría de mi madre... nuevamente anduve trajinando sus maquillajes ¿y qué hallé? Pues la base que me hace lucir como ser humano cada mañana: la clásica "Teint Idole Ultra" de Lancôme.
Esta base de sabiduría francesa deja la tez uniforme, sin brillos ni imperfecciones. Me ha encantado usarla porque es de textura fluida y muy fácil de esparcir, dejando el rostro con un acabado mate. Lo mejor de todo: como su tonalidad que no cae en el exceso de rosa, cubre muy bien las ojeras, casi tanto como un corrector. Además proporciona un factor de protección solar FPS 10 y dura 14 horas sin retoques. Esta maravilla viene en un envase de 30 ml. de cristal duro y dispone de dispensador, para poder aplicarla de madera medida. Está disponible en su versión “a secas” y la 24 horas, que rondan los 20 mil pesos y podemos conseguir en cualquier centro comercial, tienda de retail o perfumería especializada.