Soy una fanática del bálsamo labial, no puedo vivir sin él porque mis labios se parten y rompen muy fácil.
Sólo uso aquellos libres de petroquímicos y de otros materiales sintéticos, porque queramos o no, parte de lo que nos aplicamos en los labios lo terminamos ingiriendo. Además las parafinas que contienen los bálsamos labiales comunes, forman una capa que impide la pérdida de hidratación, pero al mismo tiempo, tapa los poros, asfixiando la piel y deshidratándola nuevamente. Por eso que mientras más usamos este tipo de hidratantes, más los necesitamos.
Mis favoritos son los que contienen entre sus ingredientes miel, menta y manteca de cacao. El olor es delicioso, además de su efecto hidratante y refrescante. También uso aquellos hechos a base de baba de caracol que compro en ferias orgánicas.
Hay marcas que tienen sus versiones naturales como Weleda, Eos, Burt’s Bees y iHerb.