Les juro que no se trata de ser superficial ni de que me muera por tener una apariencia perfecta pero, simplemente, mi pelo tiene vida propia. En serio. Y es por eso que desde hace algunos años aprendí a dominarlo junto a una aliada infalible y perdurable: la crema para peinar.
Como les conté alguna vez cuando les di mis tips para tener los mejores rulos del mundo, me di cuenta que mi pelo tenía ondas a los 16 años y desde entonces me he preocupado de cuidarlo porque me gusta mucho este estilo.
El único problema, como les decía, es que hay veces que mi pelo tiene vida propia y me cuesta muchísimo controlarlo, sobre todo cuando hay humedad. Pero, lo cierto es que si no me coloco algún producto que humecte mi pelo, perfectamente podría ser una integrante más de los Jackson Five (ahora Six conmigo, claro está).
He pasado por casi todas las marcas, y la verdad es que todas sirven, lo importante es ver cuál te acomoda más y cada cierto tiempo ir cambiándola porque el pelo necesita ir renovando los productos que usamos en él. Es cierto eso que dicen las mamás de que el pelo se acostumbra… a mí me pasó y los rulos se ponían feos o muy lacios, como que perdía el efecto, pero buscaba otro producto y ¡listo!
Lo que sí les puedo decir es que las cremas, al tener una consistencia más densa pueden dejar tu pelo un poco grasoso (por eso no hay que colocarse mucha), así que si prefieres algo más liviano puedes usar un spray, también son buenísimos y prácticos (hasta lo puedes llevar en la cartera por si acaso, uno nunca sabe cuándo la vida puede despeinarte y necesites un retoque).
Ya saben entonces, si me ven con el pelo tomado en una cola, con un tomate o enlazado en una bellísima trenza, simplemente quise ocultar la locura temporal que afecta a mi lindo, pero ciclotímico cabello con ondas.
¡Larga vida a la crema para peinar! ¡Vivan los rulos hidratados!
Y tú ¿tienes algo que no puede faltar en tu vida?